NO HARÁS IMÁGENES CUALESQUIERA, PARA ADORARLAS – Siendo el Principio Único, Espíritu y Verdad, así debe ser conocido y vivido, por Sus centellas emanadas. En el Espacio y en el tiempo, desabrochando las Virtudes Divinas, toda centella aprenderá a cumplir la Voluntad de Dios, hasta alcanzar la colimación total.
NO PRONUNCIARÁS EN VANO EL NOMBRE DE DIOS – Contiene, este Mandamiento, la misma advertencia del Segundo. Y como todo error demanda reajuste, bueno es que se no erre, para no tener que pagar. Por encima de la Ley nadie pasará.
TENDRÁS UN DÍA, EN LA SEMANA, PARA DESCANSO Y RECOGIMIENTO – Para efecto de descanso y tiempo libre a propósito. El texto dice todo, y se en la forma puede haber pequeñas variaciones, el espíritu del Mandamiento es total.
HONRARÁS PADRE Y MADRE – Ninguna institución, dicha humana, es más grande de que la Familia, y el Mandamiento manda honorar la base de la misma. La Familia es mucho más, en el proceso de crecimiento de los espíritus, o de vuelta a la Unión Divina, de lo que pueden concebir los hombres. Entre padres e hijos el deber de armonía es profundamente significativo, y en el Espacio y en el tiempo el Mandamiento será plenamente ejecutado. El buen discípulo espera rezando y vigilando, en todos los sentidos, en todas las prácticas de la vida.
NO MATARÁS – El Sexto Mandamiento vendrá a tener, a través de los tiempos, o de la evolución humana, ejecución total. Es mucho más vasto y profundo, de lo que parece, y aquellos que pudieren crecer en su espíritu, tanto mejor. Lo importante es no caer en la burrada de no engullir mosquito, para luego más engullir camello…
NO COMETERÁS ADULTERIO – Ya fue dicho, por antiguos Maestros de Doctrina, que la VERDAD es cortante como el filo de la navaja, y que el VERDADERO es aquel que transita por él, sin cortarse… A través del proceso evolutivo, todos irán entendiendo y ejecutando el Mandamiento, aquel que más cuesta a los que constituyen Familia. Porque todo aquel error que pone en peligro la institución de la Familia, por mucho más responderá. Para todos los efectos, para toda y cualquier actividad social, confianza y fidelidad pairan muy altas en la cuenta de las virtudes espirituales. Teniendo, en virtud de las deficiencias humanas, de considerar la separación de parejas, decimos que mucho más errado es el desquite, que no facilita una nueva constitución de Familia. Por encima de cualquier falla humana, se pone la posibilidad de realizar nuevo emprendimiento familiar, y nunca prohibir un nuevo vínculo, que realmente favorezca el cumplimiento de la Voluntad de Dios. De los malos, se escoja el menor… Una JUSTICIA DIVINA esta sobre todo y todos, y sus tentáculos penetran profundidades inconmensurables, para juzgar y dar con JUSTICIA, según realidades y merecimientos que escapan al consenso humano.
NO HURTARÁS – Como nadie pasará por encima de la JUSTICIA DIVINA, quien perjudicar su hermano, integralmente pagará. El desamor es fábrica de llanto y crujir de dientes.
NO DARÁS FALSO TESTIMONIO – Sin dejar de considerar la MENTIRA PIADOSA, que evita crímenes, lágrimas, dolores, etc., decimos que el falso testimonio, como se lo entiende, y como visa la advertencia del Mandamiento, es tremendo crimen. Con el tiempo y la experiencia que la evolución hace acumular, todos aprenderán lo que es el AMOR, y dejarán de practicar aquello que nace del desamor… Cada error practicado es marca negra registrada en su practicante, y algún día tendrá de ser deshecha, cueste lo que cueste…
NO DESEARÁS LO QUE ES DE TU PRÓJIMO – Cualquier un entiende, que es no desear de modo criminoso, contrario a la Moral Divina. La Ley es una en su espíritu, enseña divinamente cierto y envía al COMPORTAMIENTO honesto, fiel y, por tanto, divinizante. Porque la JUSTICIA DIVINA hace rescatar, en las tinieblas tenebrosas de la subcorteza, en los umbrales, en las vidas de dolorosas expiaciones, por enfermedades y deformidades físicas terribles, cortantes conmociones morales e incontables otros recursos que a ella están a disposición. Conviene considerar, también, que mientras el que debe es obligado a emplear tiempo en terribles purgaciones, en las tinieblas del mundo espiritual, y en continuas encarnaciones cruciales, no está aprovechando el mismo tiempo, en condiciones felices, con hartas acumulaciones de valores positivos, autocristificadores.
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