sexta-feira, 18 de abril de 2008
Capítulo III - RECUERDOS DEL SIGLO VEINTE
Capítulo III - RECUERDOS DEL SIGLO VEINTE
Las profundas consternaciones, profetizadas por el Verbo Ejemplar, en el Sermón Profético, y referentes a la GRAN RENOVACIÓN, son las mismas que están en el Apocalipsis, a partir del Cáp. 14.
El siglo veinte concentra el fulcro de los acontecimientos, sin embargo todo girará alrededor de dos hechos inolvidables, esto es, que las generaciones futuras jamás olvidarán. Uno es Maravilloso, Divino y Glorioso, testimonio de las Promesas Divinas, marcando en la Historia de la Humanidad la frontera entre el ANTES y el DESPUÉS del siglo veinte. Y el otro, será el recuerdo de los terribles acontecimientos, la apocalíptica barredura, que marcará un comienzo casi nuevo…
Con estos dos hechos tremendamente marcantes, hasta la consumación evolutiva, o de reintegración de todo en el UNO ESENCIAL, los hijos de Dios recordarán con horror las pedradas contradictorias, los crímenes contra la Ley Moral, contra el Verbo Ejemplar y contra los respetos debidos a los textos que tratan de los Dones Intermediarios, bien así como los respetos debidos al cultivo de los mismos Dones.
Nadie irá confundir, entre los Tres Factores Fundamentales de la Doctrina del Camino, y aquello que puedan decir, o concebir, u opinar, encarnados o desencarnados cualesquier. Aprenderán a separar entre lo DE DIOS y lo del hombre.
LA TERRIBLE BLASFEMIA ROMANA
Todo empezó con el crimen de los rabinos judíos, que corrompieron la Doctrina dejada por Moisés, edificada sobre la Ley de Dios, y el Primer Derrame de Dones Mediumnicos de la Historia de las Revelaciones Iniciaticas. Ved el capítulo 11, del Libro de Números, sobre la Iglesia de los Setenta, los cuales recibieron espíritu.
Estando todo corrompido, desviado de la Voluntad de Dios, por tanto con la implantación del comercio de formalismos o simulacros, de la parte de Dios, a través de ángeles o espíritus comunicantes, hubo la promesa de un nuevo Derrame de Dones Espirituales o Mediumnicos. Bien harto es el documentario bíblico sobre eso.
¡La promesa de Dios fue Derrame del Espíritu Santo, o Dones, no de Pedro!…
¡El Precursor anunció que el Verbo bautizaría en Dones del Espíritu Santo, jamás en Pedro!…
El Verbo Ejemplar pasó la vida carnal afirmando que enviaría el Consolador, el Espíritu Santo, lo que saca la orfandad del mundo, porque es el vehículo de la comunicabilidad de los ángeles o espíritus mensajeros, el productor de señales y prodigios extras, curas maravillosas, etc.
Basta leer lo que va dicho en los capítulos 14, 15 y 16, del Evangelio según el Apóstol Juan, para saber que la Doctrina del Camino sería edificada sobre Dones del Espíritu Santo, no sobre Pedro!…
Cuando, preguntado por Jesús, Pedro contestó que Jesús era el Cristo prometido por Dios, Jesús hizo la siguiente afirmación, tal como está en los originales:
“Bienaventurado eres tu, Simón Barjonas, porque no fue la carne ni la sangre quien eso te reveló, pero sí el Espíritu Santo; y sobre esta piedra edificaré la Doctrina del Padre, y las puertas de infierno jamás prevalecerán contra ella”.
Después de la Crucifixión, y de la Resurrección, como bien relata el Libro de los Hechos, I, 1 a 8, Jesús afirma:
“Porque recibiréis la virtud del Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, Judea y Samaria, y hasta los confines de la Tierra”.
Jamás alguien habló que habría derrame de Pedro sobre la carne… Y en el capítulo 2, del mismo Libro de los Hechos, hubo el Glorioso Pentecostés, el SEGUNDO DERRAME DE DONES, que, como Jesús afirmó, debería ser extendido a los confines de la Tierra.
Desgraciadamente, en 313, Roma funda su iglesia, o blasfemia, colocando Pedro en el lugar de los Dones Intermediarios, para imponer dogmas criminosos, simulacros o comercios idólatras, en el lugar de la comunicación de los ángeles o Espíritus mensajeros, obreros de señales y prodigios extras. Y enlodó toda la carne en la ignorancia, en el materialismo, en las abominaciones, pues la Doctrina del Camino no se extendió sobre la Tierra.
Como relata el Apocalipsis, dos mil años fueron dados, a los hijos de Dios, para optar por las ENSEÑANZAS y por las GRACIAS DE DIOS. Como cometieron tenebrosos crímenes contra las ENSEÑANZAS Y las GRACIAS, he aquí que antes del finalizar el segundo milenio de la Era Cristiana, terribles temblores reducirán los vivientes a uno tercio, para haber, entonces, un comienzo casi nuevo, con los hijos de Dios reconociendo que Dios manda, solamente, vivir las enseñanzas y las gracias que están expuestas en los textos bíblicos. Porque todo que fuere en contra, será desmigajado, tantas cuantas veces sean necesarias.
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