La Oración del Servidor
Sagrado Principio del Todo, Causa Infinita de los Infinitos efectos.
En Tus Designios Eternos, Perfectos e Inmutables, quiero beber conocimientos, para que nobles sean mis pensamientos y sentimientos, llegando Mis Obras a constituir testigos de Tu Omnisciencia.
En este mundo de imperfecciones y de sufrimientos, dame el poder de comandar mis impulsos, encaminar correctamente mis inclinaciones, con la finalidad de servir de conductor de los hermanos que fueren aún menos conscientes que yo.
Que yo pueda dominar mis tendencias y pasiones inferiores, para llegar a ser en realidad un servidor de la Verdad que libra y de la Virtud que glorifica.
Confiante en Tu Ley y en Tu Justicia, aguardo, ó Señor, la delegación de tener poder sobre las criaturas malévolas, encarnadas o desencarnadas; que llegue a poder, si sea de Tus Santos Designios, enseñarlas y encaminarlas porque, en conclusión, todos son hijos de Tu Infinito Amor, estando destinados al Sagrado Objetivo que es el Grado Cristico.
¡Oh Padre Divino! Por la Gloria de Jesús Cristo, Tu Verbo en este Planeta, ruego la gracia del Trabajo; que mi vida sea un itinerario de verdades sembradas y bondades distribuidas, a fin de que me haga digno hijo Tuyo. Sabedor de que a cada uno será dado según las obras que practique, deseo hacer de la Verdad, del Bien y de lo Bueno, mí Religión.
¡Oh Ser de los Seres! ¡Oh Señor del Infinito y de la Eternidad! Concédeme la oportunidad de conocer cada vez más, para dar cada vez más dignos frutos por el ejemplo, a fin de apresurar la evolución de esta Humanidad; que este mundo de imperfectos y sufridores, llegue a ser en breve, una de las felices moradas de Tu Infinita Creación.
¡Ruego, oh Padre Divino, por todos Tus hijos! Reconociendo un sólo Origen Divino, un sólo Proceso Evolutivo y una sola Sagrada Finalidad, deseo la gracia de Tu Justicia, para en Tu Santo Nombre invitar a todos en el sentido de saber correctamente, sentir bien y proceder con dignidad; y eso, Señor, para que todos lleguen a ser, lo más breve posible, por encima de mundos, formas y transiciones.
¡Oh Supremo Espíritu, Esencia Divina que todo Manifiesta, Sustenta y Destina! Es en Tu Seno de Luz, Gloria y Poder, que somorgujamos nuestros pensamientos y sentimientos, para ahí rendir gracias por Tu Divina Paternidad.
Y por Tus Gracias, Señor, haz que sea este hijo Tuyo, un fiel discípulo de la Excelsa Doctrina, cuyos fundamentos son la Moral, el Amor, la Revelación, la Sabiduría y la Virtud.
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