Oración a María Magdalena

Oración a María Magdalena

Sagrado Principio, Dios o Padre Divino, Origen, Sustentación y Destinación de todo y de todos, el Espíritu y la Materia, las Leyes Regentes Fundamentales y todo cuanto pueda existir, conozcamos o no, nosotros Tus Hijos designados en la Tierra.

Sabemos nosotros, Padre Divino, que en el orden de los Espíritus y de los Mundos, existen los más y los menos evolucionados, pues mientras es Uno el Origen y Una la Finalidad, para todo y todos vigora la Ley de Movimiento, Evolución y Reintegración en Tu Unidad, o Divinidad, siendo ese el Sagrado Objetivo de la Existencia.

Somos conscientes, Padre Divino, De Aquellos Verbos Tuyos, Comandantes de Galaxias, Grupos de Sistemas Planetarios, Sistemas y Mundos, donde Hijos Tuyos viven, en la carne y fuera de la carne, mueven actividades y, así, van desabrochando Tus Virtudes Divinas, de las cuales todos son depositarios normales.

Sabemos, Padre Divino, que toda Humanidad Planetaria tiene Su Verbo Tutelar, Su Despensero Fiel y Prudente, el Eslabón Divino entre Tus más Elevados Comandos, y los Escalones Inmediatos, aquellos que de más cerca asisten, a los que peregrinan la encarnación y los reinos espirituales menos elevados.

Padre Divino, es en virtud de tales conocimientos, e inspirados por deseos de trabajo fraterno, en el seno de la Excelsa Doctrina del Camino, que rogamos fuerzas y oportunidades a Tu Sierva María Magdalena, a fin de que nos pueda auxiliar, en el seno de Tu Divina Justicia, por encima de la cual nadie jamás pasará.

Y a ti, María Magdalena, inmortal ejemplo de arrepentimiento de errores cometidos, dedicación al Verbo Encarnado y a la Tarea Evangelizadora, y modelo de renuncia de los bienes mundanos, enviamos nuestra invocación fraterna, para que, en el ámbito de la Ley de Dios, del Cristo Ejemplar y de los Dones del Espíritu Santo, coopere en la tarea a que nos propusimos de cada vez más conocer la Verdad y practicar el Bien.